Por: Dra. VANESSA SUÁREZ ZUMAETA – Psiquiatra
CMP 64162 – RNE 33639
La salud mental sigue siendo un tema tabú en nuestra sociedad, por lo que no es de extrañar que haya una variedad de mitos que la rodean. ¿Sabías que en nuestro país se estima que 1 de cada 4 peruanos (o peruanas) tendría alguna vez en su vida alguna afección mental? De hecho, los problemas de salud mental son comunes y pueden afectar a cualquier persona, sin distinción de edad, sexo, cultura, ni niveles educativos o económicos.
Términos como “loco” y “locura” son utilizados de manera muy irresponsable y sólo sirven para perpetuar estereotipos acerca de las personas que tienen problemas mentales. Tener este tipo de dificultad no significa estar loco, significa que se tiene un problema provocado por factores genéticos, ambientales, sociales y biológicos que alteran el funcionamiento cerebral y que en la mayoría de los casos puede tratarse exitosamente mediante terapia. En la actualidad, por falta de información, las personas que tienen problemas de salud mental evitan pedir ayuda por miedo a ser percibidas como débiles o sentirse discriminadas por su condición; muy por el contrario, buscar ayuda es señal de fortaleza, muchas veces malinterpretada como flaqueza. Los cambios de humor, los arrebatos emocionales, los trastornos del sueño, los cambios en el comportamiento, la pérdida o el aumento del apetito, los pensamientos suicidas, entre otros, son algunos de los signos más comunes que indican que algo va mal. A veces, los síntomas pueden extenderse hasta llegar a las alucinaciones, los delirios y la paranoia. La mayoría de personas son conscientes de que hay muchos tipos de afecciones mentales: desde la depresión hasta el trastorno bipolar pasando por la ansiedad y la esquizofrenia. Sin embargo, no logran darse cuenta de que existen profesionales preparados para ayudar y que posponer el tratamiento siempre es mala idea.
La severidad y pronóstico de los problemas mentales varían de persona a persona, y la mayoría de ellas con un tratamiento o intervención adecuada y un buen sistema de soporte (amigos, familiares, etc.) logran la recuperación, llevando vidas plenas, productivas y saludables. La estigmatización y los mitos sobre las enfermedades mentales son los que se interponen en el camino de la búsqueda de un tratamiento oportuno; el objetivo actual es ver al profesional de salud mental no como un último recurso, sino como alguien que trabaja en prevención, desde dificultades en la infancia y problemas en la adolescencia, para evitar llegar a un trastorno. La SALUD MENTAL es PARA TODOS, anímate a buscar ayuda si percibes que algún problema crece cada día y te complica la existencia de sobremanera.