Nunca imaginarías que estos son 7 síntomas de depresión


Por: Dra. VANESSA SUÁREZ ZUMAETA – Psiquiatra

La mente del humano tiene una complejidad enorme; es por eso cuando se habla, por ejemplo, de los síntomas de depresión, no siempre estos caben en la lista típica. Hay actitudes, estados y conductas que aparentemente no tienen nada que ver con este problema, pero que en el fondo sí están relacionados.

La depresión tiene diferentes formas de manifestarse, intensidades distintas y dinámicas diversas. No todo el que deja caer una lágrima está teniendo un episodio depresivo, ni todo el que sonríe con frecuencia está feliz. Por eso no siempre es un estado evidente.

Hay algunos síntomas de depresión que suelen pasar inadvertidos. Veamos siete de ellos.

  1. Molestias físicas no relacionadas con una enfermedad

Tiene que ver con dolores musculares que aparecen de repente sin un motivo específico, migrañas, indigestiones frecuentes, mareos súbitos y malestares por el estilo. Vas al médico y no encuentra nada anormal en tu cuerpo. Pero no dejan de aparecer las molestias.

  1. Cancelar y postergar los encuentros con los demás

De pronto miras hacia atrás y te das cuenta de que desde hace un tiempo vienes posponiendo todo tipo de actividades sociales. Tal vez sientes que estás ocupado o simplemente que no tienes ganas de salir. Lo cierto es que tus encuentros con los demás se reducen sin que te lo hayas propuesto explícitamente. En realidad no sientes que estés aislándote de los demás, sino que andas muy cansado para salir o, sencillamente, hay otras cosas que capturan tu atención.

  1. Moverte despacio

Este es uno de esos síntomas de depresión que suele pasar desapercibido. El cerebro de una persona con depresión funciona de manera diferente al de una persona que está serena. Esto termina incidiendo sobre la motricidad y hace que los movimientos sean más lentos. A veces, incluso, parece que una persona estuviera moviéndose en cámara lenta. También tarda un poco más en reaccionar a los estímulos externos. Si le hablas, es como si se quedara meditando en lo que has dicho, antes de contestarte.

  1. Brotes de dermatitis atópica

La ciencia aún no ha establecido claramente cuál es la relación entre la dermatitis atópica y la depresión. Sin embargo, varios estudios científicos establecieron que este problema suele presentarse en las personas con depresión.

La dermatitis atópica se caracteriza por la aparición de eczemas en la piel que causan picor y dolor. Todavía no se conoce con exactitud lo que causa este problema. Pese a ello, se asocia frecuentemente con el estado anímico de las personas.

  1. Ver demasiada televisión, uno de los síntomas de depresión

Ver demasiada televisión, o pasar demasiado tiempo en el ordenador o con los ojos en el teléfono móvil pueden ser síntomas de depresión. En últimas, terminas teniendo una relación constante y más o menos obsesiva con una pantalla. Esto es también una manera de aislarte.

  1. No tener deseo sexual

Cuando hay falta de deseo sexual, y esto se prolonga por un buen tiempo, es posible pensar que hay una depresión en ciernes. Este dato, de todos modos, debe ser evaluado con cuidado. Una cosa no implica automáticamente la otra.

El factor a tener en cuenta es el nivel normal, o habitual, del deseo sexual. Si desciende por debajo de ese límite y se mantiene así, necesariamente está pasando algo. Para las personas deprimidas suele resultar muy difícil adoptar actitudes y conductas eróticas.

  1. Cometer equivocaciones con frecuencia

Cuando hay depresión, la mente trabaja más lentamente. También es muy común que haya dificultad para concentrarte, o para ordenar ideas y planificar actividades. Por eso las personas deprimidas usualmente cometen muchos pequeños errores en el día a día. Esas equivocaciones tienen que ver con olvidos, con confusiones respecto a asuntos simples, con distracciones y con dificultad para aprender, entre otros. Es como si esa persona no terminara de estar totalmente presente en el aquí y ahora.

Todos estos síntomas de depresión generalmente no son muy notorios para quien los padece, ni para quienes forman parte de su entorno. Si aparecen, especialmente cuando son varios y simultáneos, quizás sea hora de hacer un alto y mirar qué está pasando.