TÚCUME


TÚCUME: El valle de las pirámides

La más importante concentración de pirámides de adobe en la Costa Norte del Perú se encuentra en el fértil y cálido valle de La Leche, en el Distrito de Túcume, a 33 Km. al norte de Chiclayo. Este espectacular complejo, rodeado de cultivos tradicionales, retorcidos y añejos algarrobos, corresponde al último desarrollo de la cultura Lambayeque, cuyos inicios se remontan a los años 700 d. C. A pesar de las conquistas sucesivas de los Chimú (1375), Incas (1470) y españoles (1532) esta población mantuvo una fuerte identidad; las imágenes de sus dioses sobrevivieron a tales influencias.

piramides de tucume

Aquí residieron los señores de Túcume con el lujo propio de semidioses, en gigantescos palacios decorados con relieves y policromía; con vestimenta, mobiliario y joyería exquisita; rodeados de sacerdotes, administradores, servidumbre y expertos artesanos. Túcume fue el centro urbano de una sociedad de agricultores pero, a la vez, de diestros navegantes; estas fueron épocas de intenso comercio e intercambio con diversas áreas de la Costa sudamericana, la Sierra y la Selva norteñas. En el centro de este complejo destaca una montaña sagrada que inspira misterio, magia y poder. Es un cerro protector, con vestigios de arquitectura Inca, lleno –además- de mitos, leyendas y creencias tradicionales. Sus escalinatas y miradores nos permiten un lento ascenso, pero el extraordinario paisaje y el impacto que causan las pirámides, plazas y templos transforman la fatiga en admiración y en la satisfacción de estar ante una de las obras más fascinantes del hombre y de la cultura peruana. Y es que aquí se encuentra la construcción de adobe más grande del Perú y de América: Huaca Larga.

Fue tanta su importancia local que Chimús e Incas la utilizaron como centro de poder político, construyendo –además- templos sucesivos de gran importancia. Aquí se descubrió el entierro de un administrador Inca con dos acompañantes varones y 19 mujeres tejedoras. El personaje principal tenía ornamentos de plata y cobre, vasijas y tejidos de alta calidad.

Por: FLOR VEGA ZAVALETA