SUICIDIO: Señales de alerta


Por: Dra. VANESSA SUÁREZ ZUMAETA – Psiquiatra

El objetivo de este artículo es identificar algunas señales de alerta para ofrecer ayuda, de manera oportuna, a un ser querido con ideación suicida.

  1. Declaraciones o amenazas de suicidio (directas o escondidas)

Esto puede parecer obvio, pero estos comentarios son a veces ignorados. La gente puede pensar que los comentarios o amenazas de suicidio se hacen con la finalidad de llamar la atención. Es importante considerar dichos comentarios seriamente porque las personas que hablan acerca de suicidio lo hacen para encontrar a alguien que los escuche y les ayude.

  1. Preocupación por la muerte y la falta de esperanza

La persona suele hablar de la muerte más de lo usual y puede hacer comentarios como los siguientes: “Desearía estar muerto” o “esto sería mucho más fácil si yo ya no viviera”. Esto también puede expresarse en forma escrita o por la representación de dibujos y gráficas.

  1. Abuso de sustancias

La mitad de las personas con intento de Suicidio se encuentran bajo efecto de una droga en el momento de su muerte. Este riesgo se incrementa al 80% entre los adolescentes y adultos jóvenes de menos de 25 años de edad.

  1. Deshacerse de posesiones muy queridas

En preparación para la muerte, algunas personas se deshacen de sus mascotas, recuerdos familiares y otras pertenencias personales valiosas, dándoselas a sus familiares o amigos.

  1. Diciendo Adiós (Despidiéndose)

Muchas personas piden perdón por algo que hayan hecho en contra de alguien y se despiden de sus familiares, amigos y seres queridos.

  1. Incrementan su aislamiento

Las personas con ideas suicidas a menudo se aíslan a sí mismas al no contestar llamadas telefónicas, permaneciendo en su casa o encerrados, acabando con sus actividades sociales o dejando de participar en las actividades que acostumbraban hacer y que disfrutaban.

  1. Cambios extremos de conducta

Estado de ánimo —incremento de la desesperanza.

Personalidad —la persona se muestra diferente y decaída.

Nivel de actividad —incremento o pérdida del nivel de actividad.

Apetito —comiendo mucho o muy poco.

Patrones de comportamiento en el dormir —durmiendo mucho o muy poco.

  1. Quejas sobre el estado de salud física

El estrés emocional se puede mostrar con quejas sobre su salud física. Las personas con mucho estrés y que están en peligro de suicidio pueden experimentar intensos dolores de cabeza, falta de sueño y de apetito, dolores musculares y de las articulaciones, dolores de espalda, problemas estomacales y otros problemas físicos.

  1. Haciéndose daño a sí mismas (cortadas inexplicables, quemaduras, accidentes frecuentes, etc.)

El hacerse daño a uno mismo no siempre significa un intento de suicidio; sin embargo es un signo de que la persona se encuentra en una etapa de mucha tensión emocional y que necesita de apoyo y ayuda. Los pensamientos suicidas pueden estar o no presentes y, como en el suicidio, hay mucho dolor y miedo de ser rechazado o de que crean que uno está loco (o loca) por hacerse daño a uno mismo. Por lo que es muy importante ser muy abiertos y comprensivos y estar dispuestos a hablar y escuchar acerca del porqué de ese comportamiento, creando un ambiente tranquilo y sin juzgar a la persona afectada.

  1. Levantamiento repentino del estado emocional

Esta señal de alerta es muy difícil de detectar ya que la persona en cuestión aparenta estar en una etapa de recuperación; aparenta sentirse mejor y que está saliendo de la crisis. En realidad puede estar sucediendo lo contrario. La gente que de repente se muestra muy feliz después de sentirse triste y aislada, se encuentra en peligro grave de cometer suicidio. Le es más fácil preparar y llevar a cabo el plan de suicidio cuando la persona tiene más energías.

Los jóvenes con problemas de salud mental, como ansiedad, depresión, trastorno bipolar o insomnio, corren riesgos más altos de pensar en el suicidio. Los adolescentes, quienes pasan por cambios fuertes en la vida (el divorcio de sus padres, mudanzas, un padre que se va de casa por su servicio militar o por cambios financieros) y aquellos quienes son víctimas de intimidación corren mayores riesgos de pensar en el suicidio.

Resaltar el valor de la vida es una de las mejores formas de prevenir y ayudar a quienes tienen tendencias suicidas. Es importante mostrarles a las personas que todos los problemas tienen soluciones y que morir no es, bajo ninguna circunstancia, la opción para salir de ellos.

El acompañamiento familiar es indispensable para evitar que los jóvenes caigan en experiencias que conduzcan al suicidio. Buscar ayuda oportuna si sospechas que un ser querido está pasando por un episodio depresivo es la clave.

¡Cuida tu salud mental y la de tu familia!