Por: CÉSAR GÁLVEZ MORA
Cuando viajamos a cada uno de los pueblos alejados del espacio urbano liberteño, existe la oportunidad de hallar espacios donde viven personas sabias que atesoran conocimientos y prácticas que perduran de generación en generación.
Actualmente hay trece manifestaciones declaradas como Patrimonio Cultural de la Nación por el Ministerio de Cultura, que son practicadas en el departamento de La Libertad, y dos manifestaciones son compartidas con otros departamentos de la costa norte del Perú.
Entre las “fiestas y celebraciones rituales” se incluye: Bajada Quinquenal de la Virgen Candelaria del Socorro de Huanchaco, Festividad de San Francisco de Asís de Huamachuco, Festividad de San Sebastián de Chepén, Semana Santa de Moche, Romería en honor a Nuestra Señora de Guadalupe, Festividad de la Virgen de Otuzco, Semana Santa de la provincia de Bolívar y Festividad patronal de Huamachuco en honor de la Virgen de la Alta Gracia, en la que se destaca la ancestral ceremonia de “Parada del gallardete”.
En la categoría “música y danzas” figuran: danza Los Incas, danza Los Pallos y Contradanza de la provincia de Sánchez Carrión; además, dentro de las “prácticas y tecnologías productivas” están el caballito de totora y el uso tradicional de la totora en el litoral de la costa norte.
Finalmente, los “espacios culturales de representación o realización de prácticas culturales” comprenden a la Picantería del departamento de La Libertad, en tanto que las “expresiones artísticas plásticas: arte y artesanías” incluyen: Faja Sara y Faja Pata.
La declaratoria de estas expresiones alienta su divulgación, valoración y continuidad en el tiempo; vigoriza nuestra identidad y autoestima, y posibilita el ejercicio de buenas prácticas de los órganos de gobierno local hacia los portadores de este patrimonio inmaterial.
En este marco, se precisa de una perspectiva intercultural que se sustente en el respeto hacia quienes detentan el patrimonio inmaterial en La Libertad, así como en la comunicación y tolerancia irrestricta para aspirar a la unidad en la diversidad.
No en vano el tema del patrimonio inmaterial ha sido abordado a nivel global en la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial (París, 2003) y, de otro lado, se cuenta con la Declaración Universal de la UNESCO sobre la Diversidad Cultural (2001).