Por: ENRIQUE VERGARA MONTERO
Una de las evidencias más antiguas, descubiertas científicamente por la Arqueología del Mate Pirograbado, fue la que realizó el arqueólogo norteamericano Junius Bird en el año 1946, en uno de los yacimientos pre-cerámicos peruanos más famosos. Se trata del Complejo Arqueológico de Huaca Prieta, en el Valle de Chicama, Región La Libertad.
En este sitio, Bird ubicó los mejores elementos decorativos sobre mate correspondiente a dos únicos y bellos ejemplares hallados en un entierro que están relacionados a las últimas ocupaciones de Huaca Prieta, de una antigüedad aproximada de 4,000 años antes de nuestra era. Igualmente, se encontraron más de diez mil quinientos fragmentos de este fruto y solamente trece tenían indicios de decoración, aparte de los dos que fueron posibles de ser reconstruidos sus motivos.
A partir de este momento, el Mate se convirtió en un valioso objeto de uso doméstico y, primordialmente, de función mortuoria: de ofrenda, como lo testifican los cientos de hallazgos de mates, tanto decorados y no decorados en las tumbas de las diferentes sociedades del antiguo Perú.
El Arte del mate pirograbado consiste en una técnica en donde las líneas de un diseño quedan grabadas o marcadas en la piel del mate en forma indeleble. Los motivos se encuentran separados por franjas que toman la coloración negra a consecuencia de haber sido quemado o tostado superficialmente (usaremos el término “chamuscado”, por ser lo más preciso al estudio). Es muy probable que los artistas hayan sido grandes conocedores de la naturaleza de los mates y, de acuerdo a este parámetro, hayan podido clasificar y seleccionar los mates por su buena textura o su apariencia defectuosa para ser utilizados para un pirograbado fino y señorial.
En el caso de los Mates Pirograbados de la Cultura Chimú, son las siguientes condiciones las que determinaron un acabado excepcional: 1) La selección y adecuación de la materia prima, 2) distribución matemática y lógica de los elementos, 3) su concepción estilística y 4) su tecnología, logrando una armonía de planos, una gran perspectiva y una vigorosa repetición de los elementos que no cansa la visión. Una concepción metafórica de carácter y visión fractal.
Luego de analizar una pequeña muestra de mates Chimú, pirograbados con punzones metálicos finos en una superficie seca, podemos inferir que sus representaciones son muy particulares, pues varían de los motivos que se representan, en su cerámica, textilería, metalurgia, etc.
La colección Chimú estudiada, se encuentra conformada por:
– Motivos relacionados a la Fauna, en donde se distinguen especies diversas de la rica fauna existente en esta parte del norte del Perú: Peces, aves, nutrias y otras especies traídas de la sierra y la selva, como alpacas, llamas, monos, loros, etc.
– Motivos relacionados a la flora, en donde se distinguen variadas especies vegetales de nuestra región.
– Motivos Antropomórficos: representaciones en donde podemos distinguir algunos personajes humanos Chimú.
– Motivos de líneas y extraordinarias figuras geométricas, representadas con una genialidad magistral.
La producción Iconográfica del Mate Pirograbado de la cultura Chimú, está relacionada a una representación simbólica, bajo un gran dominio de la estilización, en donde el Modelo Natural es totalmente esquematizado al Símbolo, característica y sello muy particular de nuestras culturas andinas peruanas, logrando un alto grado de perfeccionamiento estilístico, refinamiento en el tratamiento de los elementos e implico una especialización de trabajo.
El Mate Pirograbado es la expresión artística de mayor antigüedad y tradicionalidad cultural e histórica en el Perú. Por su naturaleza frágil y fácil deterioro hemos perdido para la historia miles de ejemplares.