Lo que podemos hacer hoy por la igualdad de género


Por: Dra. VANESSA SUÁREZ ZUMAETA – Psiquiatra

No podemos negar que aún persiste en nuestra sociedad importantes desigualdades entre hombres y mujeres. Por ejemplo, la participación laboral de las mujeres es significativamente menor; sus empleos son de peor calidad y peor aún la remuneración; trabajan más horas que los hombres en el cuidado de los hijos y en las tareas domésticas, además de sufrir niveles intolerables de violencia en sus relaciones de pareja.

Todas las personas, y en particular padres y madres criando niños, podemos tomar acciones concretas para que los adultos de mañana crezcan libres de estereotipos, puedan desarrollar su potencial y no se vean limitados por su género. Para hacer esto desde la primera infancia propongo las siguientes acciones que pueden contribuir a redefinir los roles de género, a transformar gradualmente las normas sociales y creencias que sustentan las desigualdades.

Los invito a reflexionar y comprometerse con al menos una de estas seis acciones. Entre todos, podemos hacer la diferencia:

  1. Dando el ejemplo como padres y madres; compartiendo las responsabilidades de cuidado y las tareas domésticas y tratándose con respeto. Los niños que crecen en hogares donde sus padres comparten las responsabilidades laborales y familiares y donde se respetan mutuamente, tienen mayores probabilidades de reproducir relaciones equitativas en su vida adulta.
  2. Incentivando juegos, juguetes y libros que no segreguen y categoricen espacios, temas, actividades y roles para niños y niñas. La existencia de secciones divididas en librerías y jugueterías para niños y niñas puede parecer inofensiva, pero su impacto no termina en la juguetería. Desincentivar a una niña a leer un libro de dinosaurios o del espacio porque están etiquetados para varones, puede traducirse mañana en que esta niña no escoja una carrera porque “es para varones”.
  3. Asegurando que tanto niñas como niños aprendan y gradualmente tomen responsabilidades relacionadas con el cuidado, el orden y la limpieza; así como tomar decisiones, liderar iniciativas, expresar sus opiniones y resolver problemas apropiados para su edad.
  4. Oponiéndose a cualquier burla o comentario que refuerce roles estereotipados de género, desde preguntarle a un niño de 4 años cuantas novias tiene hasta reírse de él porque tiene miedo, o criticar a una niña porque se muestre dominante, vocifere sus opiniones enérgicamente o no se preocupe por su apariencia.
  5. Brindando oportunidades para que las niñas tomen riesgos y realicen actividades físicas (trepar, reptar, arrastrarse, hacer equilibrio) aunque puedan estar fuera de su zona de confort, ya que éstas contribuyen a desarrollar tanto destrezas físicas como la confianza y autoeficacia para enfrentar desafíos y situaciones nuevas. Sobreproteger a las niñas e insistir en que tengan cuidado -en vez de incentivarlas a que superen su temor y desarrollen coraje como se hace con los varones- porque se las piensa frágiles y temerosas, les enseña a evitar actividades fuera de su área de comodidad y no las prepara para ser protagonistas de su vida.

Construir sociedades igualitarias donde las niñas no crezcan en desventaja y tengan las mismas oportunidades que los niños, empieza por casa. Comprometámonos hoy para apoyar a las niñas, que pronto serán mujeres, a ampliar sus aspiraciones, a que desarrollen las aptitudes y habilidades para perseguirlas y a alcanzar sus ambiciones.

¿Qué harás a partir de hoy para que esto sea posible?