Por: Víctor Dávila Rodríguez
La llegada del Internet es una de las grandes ideas que revolucionó la historia de la humanidad. Desde los noventa y hasta el momento es parte de nuestras vidas gracias a los celulares y diversos dispositivos. Y hoy, como cada 17 de mayo, celebramos el Día Internacional del Internet.
La Red de redes, o popularmente conocida “Nube” podría definirse como la autopista de la información, ya que millones de computadoras y dispositivos están conectados en el mundo, compartiendo recursos físicos y lógicos; es decir, servidores, aplicaciones, impresoras e información, entre otros.
Los usuarios de la web de hoy (Web 2.0) comparten videos en YouTube, realizan presentaciones con Slide Share, crean álbumes fotográficos con Flickr, contactan con amigos y familiares en Facebook, publican su hoja de vida en LinkedIn, trabajan documentos en línea con Google Drive, y así podríamos seguir enumerando una serie de aplicaciones que permiten desarrollar diferentes tareas académicas, profesionales o personales.
Asimismo, existe tanta información que pareciera no tener límites y que crece en tiempo real. Esta es una gran oportunidad para la educación y los autodidactas. El Internet es una plataforma donde las personas se expresan libremente y sin censura sobre cualquier tema. Los debates, foros y la participación ciudadana contribuyen a la democracia. Por otro lado, la red es un innegable espacio para el ocio, donde su oferta puede satisfacer a un amante del cine, TV, música, videojuegos, etc. También cobran protagonismo sus alternativas comunitarias, aquí las redes y aplicaciones móviles sociales cobran protagonismo.
Al nivel organizacional, las empresas pueden ofertar sus productos y servicios así como crear nuevas oportunidades de negocio netamente electrónicas. Se ofrecen plataformas de aprendizaje en línea LMS (Sistemas de gestión del aprendizaje), que permiten estudiar carreras de pregrado, posgrado, diplomados o cursos libres, ya sea blended o virtuales, reduciendo sus costos de viaje y desde la comodidad de sus hogares.
Pero también existen riesgos en cuanto a la información de dudosa calidad o alejadas de la realidad. Muchas veces pueden conllevar a las malas prácticas del “copiar y pegar” o a la automedicación. Otro peligro es el anonimato que brinda Internet, ya que genera la usurpación de identidades y proliferación de la piratería.
Existen formas de filtrar información y archivos mediante diversas modalidades, como programas espías o Webs y formularios que imitan a los canales oficiales de empresas. Pero lo más peligroso es que los más pequeños de la casa se encuentran vulnerables a contenido violento y sexual. Por otro lado, la dependencia o adicción es cada vez más común ya que puede llevar a la procrastinación y aislamiento.
Por ello, recomendamos tener en cuenta lo siguiente: proteger la información personal, tener cuidado con las imágenes e información que se publica, que afecten a otras personas o a uno mismo; no compartir claves o contraseñas; los usuarios deben contrastar la información encontrada en la red con libros, con expertos, etc. Evitar copiar y pegar información, sin citar las fuentes.
Como decía Bill Gates: “Internet se está convirtiendo en la plaza del pueblo, de la aldea global del mañana”, pero hay que ser muy responsables en su uso.