La historia del Día del Maestro peruano se remonta a casi un año después de haberse proclamado la Independencia, pues a fin de combatir el analfabetismo que reinaba entre los niños peruanos, el Libertador José de San Martín ordenó la creación de la primera Escuela Normal de Varones del Perú. Fue el 6 de julio de 1822.
Cabe resaltar que las mujeres peruanas no accedieron al derecho a la educación sino hasta 1876, año en que se creó la primera Escuela Normal de Mujeres.
Fue a raíz de la creación de la primera Escuela Normal por la cual las autoridades peruanas acordaron designar el 6 de julio como el Día del Maestro, en el año 1953, quedando esta fecha como un día para rendir tributo al profesor peruano.
Indudablemente es una de las fechas más significativas del calendario cívico escolar, pues se rinde un merecido homenaje a aquellas personas que realizan no solo una labor digna sino también DECISIVA en el desarrollo del país. Los maestros son los verdaderos forjadores de las juventudes que en el futuro dirigirán nuestros destinos; ellos llevan el conocimiento de generación en generación, instruyendo a la población y reafirmando e inculcando valores.
Según los historiadores, ya desde los tiempos del Tahuantinsuyo se rendía homenaje a los sabios o amautas incas, que eran los maestros de aquella época, y que por la noble labor que cumplían eran respetados y venerados.
Esta percepción no ha cambiado mucho en nuestros días, pues los maestros siguen siendo el ejemplo permanente de sacrificada y noble entrega en bien de la educación. Y aunque en muchas ocasiones la función que cumplen es prácticamente anónima, no deja de ser sumamente valiosa ya que tiene la importante misión de sembrar la semilla del conocimiento entre sus discípulos.
En nuestro país, el maestro vive diferentes realidades, según en donde cumple su labor, a lo largo y ancho de nuestra extensa y variada geografía.
No obstante, aun cuando deba afrontar las más duras condiciones de tiempo, clima o región, el maestro se entrega completamente a su labor educadora, pues es consciente de que de él depende consolidar el cimiento sobre el que habrán de sostener los futuros ciudadanos de nuestra patria; aquellos hombres de bien que engrandecerán el Perú a través del estudio y del trabajo.
La Historia reconoce como maestros destacados a muchas personalidades como José Carlos Mariátegui, Elvira García y García, Teresa Gonzales de Fanning, José María Arguedas, José Antonio Encinas Franco, Germán Caro Ríos, Carlos Cueto Fernandini, Horacio Cevallos, Emilio Barrantes o Augusto Salazar Bondy, entre muchos otros. Pero más allá de los nombres, el verdadero reconocimiento va para todos aquellos maestros quienes tras un aparente anonimato marcan una huella profunda en sus alumnos y son ejemplo vivo de entrega y trabajo.
Para el maestro, educar, tanto como una vocación es también un proyecto. Feliz Día a todos aquellos que forjan el futuro del país.
FUENTES Y TRANSCRIPCIONES:
TvPe
santarosa.edu.pe