Por: Luis Olavarría – Coordinador de la carrera de psicología de la Universidad Privada del Norte
Las personas que no respetan la cuarentena presentan un rechazo significativo a las normas y el egoísmo marca su comportamiento como un rasgo natural de su personalidad, explicó Luis Olavarría, coordinador de la carrera de psicología de la Universidad Privada del Norte (UPN), quien afirma que estos individuos piensan que el virus no les causará daño o serán inmunes a la enfermedad.
El psicólogo informó que todos entendemos las advertencias de los epidemiólogos y del Gobierno; sin embargo, las emociones, los prejuicios y los miedos de cada uno filtran de diferente forma e influyen en la comprensión de esta información para adecuarla a nuestros propósitos. “Cuando se presentan estos comportamientos, las personas tienen una visión individualista y no ven el panorama general de la situación que vivimos. No toman consciencia del daño a sus familias o la cantidad de contagios que, a la fecha, supera el medio millón de infectados en nuestro país”, sostuvo.
Mencionó también que, al principio del confinamiento, mucha gente justificaba el incumplimiento diciendo que se exageraba la amenaza del virus o que se trataba de una conspiración, sin embargo, con el pasar de los meses, cada vez son más evidentes las consecuencias de la enfermedad. “Esta ilusión se transforma en una ideología que las personas replican en sus más cercanos”, asegura el especialista.
Desde el punto de vista psicológico, Olavarría manifestó que a nadie le gusta que le digan qué hacer. “Existe una mezcla de soberbia, omnipotencia, superioridad, falta de solidaridad en las personas que no acatan la cuarentena y sus actitudes terminan siendo males de la época actual. Estas conductas deberían corregirse de inmediato para tratar de construir una mejor sociedad post COVID-19”, aseguró el especialista de UPN.
Mencionó que el confinamiento no debe volverse una tragedia. El psicólogo sugiere aprovechar estos meses para crear una unión de nuestro entorno más fuerte que antes. “Si los miembros de la familia laboran de lunes a viernes puede emplearse los fines de semana para realizar nuevas actividades que permitan una distracción diferente. Estamos próximos a celebrar el día de la familia y es la oportunidad perfecta para compartir con los seres queridos”, finalizó Olavarría.